Tan sólo es oxígeno…

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El pequeño cantor se oxida,

su mente poco a poco está más allá que acá.

Los fantasmas del pasado lo arropan,

el pequeño cantor no quiere caminar.

Está cansado de la vida, está cansado de ver como caen los demás.

La mente del pequeño cantor parpadea, recuerda entre vaivenes quien viene y quien va.

Y en cada viaje me mira y me olvida, no recuerda la última vez que me vio llamar.

Y entre sus olvidos pregunta cada día por su niña, aquella que se alejó del mar,

y se pregunta porqué no escucha sus historias, porque ya no le cuenta cantares de Graná.

 

Oxígeno que degrada, rompe y oxida,… de a poco, sin prisa pero sin pausa, sin hacerlo sufrir de más.

P.

Cuenta la leyenda…

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Hay personas que no se olvidan, ni se olvidarán, aún sin haberlas conocido. Sus historias están en los versos de sus hijos, de sus hermanos, puede que idealizados, quizás sobrevalorados,… en el recuerdo tortuoso de aquel que los vio partir pronto.

Cuenta su leyenda que era joven, inquieto, trabajador y con los ojos verdes más bonito de todo el Guadahorce. Cuentan que sin llegar a la veintena un fusil se lo llevó por sus ideales, como a tantos jóvenes que pensaban que podrían cambiar el mundo. La crueldad de sus semejantes en una absurda guerra se los llevó. Se llamaba Pedro y a día de hoy rondaría los cien años.

Hoy su nombre forma parte, junto al de su padre Joaquín, de una pirámide en un cementerio dejado y medio abandonado de Málaga.

Es una historia velada, tan velada como los ojos verdáceos de quien la cuenta. Su hermano. Su héroe. Una historia velada, como tantas otras que le tocó vivir a un niño de 6 añitos en una guerra. Una historia que hace ensombrecer la mirada verdácea del que la cuenta. Una historia que sobrecoge a quien la escucha. Una historia de un niño con 90 años, donde solo se habla de la persona que echa de menos, no de males, ni la época en la que le tocó vivir. Una historia sin rencores, luchas y guerra. Solo lo bonito de las personas.

Ay Rafalito, Rafalito, qué haremos cuando nos falten tus historias…

P.